Sufrimiento atravesado por la esperanza a la luz de la Sagrada Escritura.
Padre Piero Renda, ofmcap
«En un instante vi salir de sus santas llagascinco rayos brillantes; y todos se acercaron a mí. Y vi que dichos rayos se convirtieron en pequeñas llamas. En cuatro estaban los clavos, y en uno la lanza, como de oro toda encendida: me atravesó el corazón de parte a parte; y los clavos me atravesaron las manos y los pies.» (Santa Verónica – D I, p. 897)
A la edad de 36 años, Verónica recibió el don de los estigmas: este acontecimiento la introdujo en una identificación cada vez más plena con Cristo crucificado y resucitado. Ese don es el signo de una relación de amor que transformó la vida de la Santa convirtiéndola en testigo de esperanza para quienes tuvieron la gracia de estar cerca de ell y también para nosotros hoy.
En este año jubilar, queremos partir de la experiencia de los estigmas de Santa Verónica —que son al mismo tiempo signo de sufrimiento y de esperanza, de amor y de perdón— para dejarnos iluminar y guiar por los caminos de la esperanza, a la luz de la mirada de Dios sobre el sufrimiento que nos ofrece la Sagrada Escritura.
El padre Piero Renda, fraile capuchino de Palermo, nos guiará en esta reflexión el 5 de abril de 2025 a las 16:00 horas.
El Monasterio y la Fundación Santa Verónica Giuliani patrocinan este encuentro, que se celebrará, si el tiempo lo permite, en el claustro del Monasterio; de lo contrario, se realizará en la iglesia donde se conserva el cuerpo de Santa Verónica.